martes, 22 de abril de 2008

Semifinal Champions, ida: Liverpool-Chelsea


Ya se ha jugado el primer partido de semifinales, en Anfield, Liverpoo y Chelsea, enfrentándose por tercera vez en cuatro años en competición europea. Las alineaciones con pocas sorpresas, Arbeloa ha vuelto al once en detrimiento de Hyppia, y al contrario que frente al Arsenal con un solo delantero, Torres, con los holandeses Babel y Kuyt por las bandas. Los blues saltaron al campo sin Essien debido a la sanción que acumulaba, con Ballack y Malouda, es decir, sin contar con los africanos Mikel y Kalou desde el inicio.
El partido comenzó con dominio de los de Grant, más rápidos, con mayor presión, pero sin crear excesivo peligro a Reina. Después el partido se igualó, los equipos se respetaban demasiado y no arriesgaban en ninguna jugada, se veía poco fútbol, tan solo alguna jugada a balón parado y una clara para Torres delante del portero checo que detuvo cuando parecía que The Kidd volvería a marcar. Al borde del descanso un corner desde la derecha era despejado por Terry, Lampard se entretuvo al borde del área, perdió el balón y Mascherano con fortuna dejó el balón a Kuyt, este no falló e hizo el primero.
Así se llegó al segundo tiempo, empezaron con algo de dureza en el juego, entradas duras, algunos brazos en la cara del contrario, ... que no pasaron a mayores. A partir de ahí llegaron los mejores minutos del Liverpool, con un buen toque en el centro del campo, con Gerrard, Mascherano y un buen Alonso; Babel también realizó buenas internadas por banda derecha, y a punto estuvo de hacer el segundo con un disparo desde lejos.
Después el Chelsea llegó más, eso sí, Drogba estaba solo y los balones que le llegaban eran imposibles de controlar, Cole no apareció, Malouda algo más pero no creó peligro. En el 83 llegó la ocasión más clara de esta parte, un espectacular caño de Gerrard a Makelele que acababa con una volea al primer palo de Cech, que de nuevo paraba de forma espectacular. Ya casi en el descuento Torres la tuvo de nuevo, y de nuevo el portero que hace unas semanas estaba lesionado y con 50 puntos paró el lanzamiento.
El colegiado añadió cuatro minutos, estaban a punto de cumplirse, la afición volvía a cantar el You´ll never walk alone, cuando Kalou, que sustituyó a Malouda, centró desde la izquierda un balón que a priori no ocasionaría problemas, pero el noruego Riise, que saltó al campo debido a la lesión de Fabio Aurelio remató contra su portería de cabeza, fue la última jugada y la cara de decepción del equipo lo decía todo.

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