martes, 30 de marzo de 2010

Premier League: Jornada 32


El sábado a las cuatro de la tarde se disputó el grueso de la trigésimo segunda jornada de la Premier League. El partido más interesante enfrentaba a Chelsea y Aston Villa, en lo que se esperaba que fuese un duro encuentro para ambos equipos. Sin embargo se llegó al pitido final con una escandalosa goleada para los de Ancellotti. Lampard inauguró el marcador al cuarto de hora, y aunque el dominio era claro un centro aparentemente sin peligro de Young lo empujaba Carew para hacer el empate. Zhirkov no supo cerrar el hueco y el noruego remató a placer.
Después el ruso corregiría su fallo en defensa provocando un penalty para los blues, Lampard lo convertía sin problemas para llegar al descanso con ventaja.
En la segunda mitad el equipo de O´Neill se vería desbordado, primero con el gol de Malouda, que se encuentra en un estado de forma espectacular. Despué otro penalty sobre Zhirkov que Lampard volvía a transformar. El segundo de Malouda, uno más de Kalou y el cuarto de Lampard, que cerró el marcador.
Otro equipo londinense tenía un complicado encuentro, el Arsenal visitaba St. Andrews para enfrentarse al Birmingham, estadio donde muy pocos han podido ganar. Wenger reservó algunos jugadores como Arshavin o Nasri, que tendrían que salir en la segunda mitad, ya que durante el primer tiempo apenas hubo ocasiones y era evidente que el partido necesitaba un plus. Sería pasado el minuto ochenta cuando el francés Nasri adelantaba a su equipo con un buen disparo, parecía que los tres puntos se irían a Londres. Sin embargo, ya en el descuento Philips, que acababa de saltar al campo remató dentro del área y Almunia no consiguió atajar el balón, que acabó traspasando la línea de gol. Además después se supo de la lesión de Cesc que quizá le impida disputar el encuentro frente al Barcelona.
Por su parte el Tottenham tuvo un placentero encuentro frente al Portsmouth que solventó en el primer tiempo con goles de Crouch y Kranjcar. Gudjohnsen fue titular en lugar de Pavlyuchenko y otros jugadores habitualmente titulares como Palacios o Assou-Ekoto también vieron comenzar el encuentro desde el banquillo.
Más tarde era el turno del United, que pensando en la Champions dio descanso a Rooney, que ni siquiera fue convocado, Park y Carrick, que saltó para jugar los últimos quince minutos. Giggs volvió a la titularidad después de su lesión y Berbatov jugó un destacado encuentro solo en ataque. El central Samuel abrió el marcador con un gol en su portería y ayudó en gran parte a facilitar el partido para los de Ferguson, que sentenciarían el partido en el segundo tiempo con dos goles de Berbatov. Gibson cerraría la cuenta. Un jugador muy a tener en cuenta, este joven centrocampista de buen disparo a media distancia.
Del domingo destacamos el partido del Liverpool frente al Sunderland, en el que vimos una de las mejores actuaciones de los de Benítez, que pasaron por encima del equipo de Bruce. Torres con un tanto espectacular hacía el primero nada más comenzar el encuentro y tras varias ocasiones Glen Johnson marcaba el segundo a la media hora. Ya en la segunda parte Torres volvía a marcar. Después de eso incluso pudimos ver algún tanto más, sin embargo el electrónico se quedó con el 3-0. El Sunderland venía haciendo unos partidos decentes y esta vez ni siquiera inquietó a Reina.
Ayer se cerró la jornada con el atractivo encuentro que enfrentó a City y Wigan. Muy buen partido del equipo de Roberto Martínez que trató de tu a tu al equipo multimillonario dirigido por Mancini, que solo creó peligro con las internadas de Adam Johnson por la derecha. Rodallega jugó un gran encuentro, superando una y otra vez a la pareja de centrales formada por Touré y Garrido, solo le faltó concretar las ocasiones. Incluso cuando Caldwell dejó al Wigan con uno menos el equipo siguió con la posesión del balón y creando peligro en la portería de Given.
Sin embargo, pasado el minuto setenta vimos otra vez las carencias de la zaga visitante, que se vio superada por la inspiración de Tévez, que anotó un hat-trick en tan solo doce minutos para dar la victoria a su equipo.

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