lunes, 26 de abril de 2010

Final Paulista, partido ida


Final con un claro favorito, el Santos de Robinho, Neymar y compañia, tan admirado por su juego como criticado en algunos sectores y sobre todo por los rivales debido a sus excéntricas celebraciones. Enfrente de ellos el Santo André, equipo que este año disputará la Serie B tras descender en el último Brasileirao, y que ahora vive sus mejores días desde aquella Copa de Brasil que ganó en el año 2004. Y es que su espectacular racha durante los meses de febrero y marzo, donde consiguió nueve victorias en diez partidos le sirvió para meterse en las semifinales, dejando fuera a equipos como Corinthians o Palmeiras, la gran decepción del torneo.
Ayer, en el encuentro disputado con un gran ambiente en el estadio Paolo Machado, nadie pensaba que el Santo André realizase un partido tan bueno como el que completó, sobre todo en su primera mitad. En esos primeros 45 minutos apenas vimos a Neymar, quizá por la torcedura de tobillo que sufrió en la disputa de un balón, a excepción del primer minuto donde tras un buen regate dio el balón a Robinho y este a Wesley, que a punto estuvo de hacer el primero. La presión del equipo Ramalhão fue excelente, y no dejó combinar los habilidosos jugadores rivales, algo que nadie había conseguido hasta ahora. Pero no solo se dedicaron a defender, con el paso de los minutos empezaron a creerse capaces de hacer daño a Felipe y vimos un gran encuentro lleno de ocasiones. Además pasada la media hora Bruno César adelantó a su equipo un buen lanzamiento de falta.
Hubo que esperar al segundo tiempo para ver el juego real del Santos, que aprovechó un descuido del rival para anotar tres goles en apenas doce minutos, y es que si te das el más mínimo respiro ante un equipo como este el partido se escapa. Primero André de cabeza en el segundo palo empató el encuentro.
Después Wesley, que ya había creado peligro por banda derecha se convirtió en el protagonista del encuentro con dos internadas en las que se plantó delante del portero para hacer dos goles casi seguidos, aunque mucha parte del mérito la tienen también los asistentes que dejaron a Wesley en un mano a mano.
Ya casi al final Rodriginho, máximo goleador del Santo André, recortó distancias con algo de fortuna tras rematar el balón que le llegó tras haber pegado en el palo. Ese gol mantiene vivas las opciones del equipo, aunque visitar y ganar en el campo del Santos en estos momentos es misión casi imposible. El próximo domingo lo veremos.
Aquí dejo el resumen de este auténtico partidazo:

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