Mundial de Sudáfrica: Grupos G y H decididos

Terminó hace unos instantes la fase de grupos con la resulución del grupo H, en el que tanto España como Chile han conseguido clasificarse para los octavos de final. Antes, Brasil, que ya tenía practicamente asegurado el primer puesto, y Portugal también accedieron a la siguiente fase.
Cariocas y lusos se enfrentaron en un partido que decepcionó en todo momento, con un juego lento, como de costumbre, por parte de los de Dunga, y con contragolpes inofensvisos de los de Queiroz, que en varias ocasiones finalizaron con lejanos disparos de Ronaldo que nunca pusieron en aprietos a Julio César. Después el juego se trabó con varias entradas duras, una de ellas de Felipe Melo, que vio la amarilla y fue sustituido al instante por Josué ante el miedo de que el de la Juventus viese la roja. La ocasión más clara de ese primer tiempo la tendría Nilmar con un complicado remate que Eduardo con ayuda del paló evitó.
Tras la reanudación veríamos aún menos cosas debido al conformismo de ambos conjuntos que se sabían clasificados y además la importancia de quedar primero o segundo de grupo se veía reducida ante la imposibilidad de elegir rival. Los mejores serían los porteros con algunas intervenciones más que evitaron la rotura del empate.
Hay que destacar por la fase de grupos que ha realizado al lateral izquierdo portugués Coentrao, muy seguro en defensa incluso hoy que tuvo a Maicon y Alves como rivales y con algunas buenas intervenciones ofensivas, donde no se prodiga demasiado pero lo hace de forma correcta cada vez que lo intenta.
En el otro encuentro del grupo Costa de Marfil se enfrentó a Corea del Norte con la imposible misión de anotar ocho goles y superar a Portugal en el gol-average. El partido estuvo controlado en todo momento por los elefantes que no tuvieron problemas en llevarse su única victoria en el campeonato. Touré Yaya, Romaric y Kalou fueron los goleadores. Drogba no estuvo acertado de cara a puerta pero nos dejó el detalle del encuentro con un magnífico control de espaldas y el posterior remate el larguero. Dicha jugada terminaba con el gol de Romaric.

Ya en el grupo H España y Chile se veían las caras en un partido decisivo que se decidió de forma más rápida de la esperaba para el conjunto de Del Bosque. Los chilenos comenzaron con un ritmo mucho mayor y pusieron en grandes aproietos al rival, al que superaban en todos los balones disputados. Destacó de nuevo la estrategia de Bielsa de no usar un punta fijo y un lugar de ello aprovechar la movilidad de Valdivia, Sánchez o Beausejour. El único problema estuvo en sus ganas de cortar el ritmo de juego español a base de faltas, ya que Medel, Ponce y Estrada vieron la tarjeta amarilla muy pronto y después sería decisivo cuando el jugador de la U de Chile vio la segunda tarjeta que le enviaba al banquillo. Antes un balón largo hacia Torres que despejaba Bravo caía en Villa, que después una posición muy lejana no se lo pensó para, de primeras, disparar con su pie izquierdo sobre la portería descubierta de los chilenos y hacer el primero.
Unos minutos más tarde, con un robo de Iniesta en tres cuartos de cancha llegaba el contragolpe que finalizaba el manchego tras un buen pase de Villa que posibilitaba el remate con el interior del pie del jugador del Barcelona, que llegó bien fisicamente al partido. En esa misma acción Estrada sería expulsado al tropezarse con Torres cuando este corría hacia la meta de Bravo.
En el segundo tiempo Chile no se echó atrás y Millar, que había saltado al campo tras el descanso marcó con un disparo desde la frontal que desvió Piqué. Ese gol les era necesario, ya que así obligaban a Suiza a marcar dos tantos. Después saldría Cesc por Torres, lo que posibilitó un mayor control de la posesión, después una vez más el cansancio se dejó notar y aunque Chile tampoco se decidía a atacar consiguió romper ese dominio, que volvería en los minutos finales ya hasta el final. Silva se quedó con las ganas de entrar a disputar los últimos instantes y es el principal cambio de Del Bosque respecto a lo que veíamos viendo, en gran parte debido al estado de forma que vive el canario. Aún así seguro que en próximos encuentros resulta importante.
En el otro partido como decíamos, Suiza necesitaba dos goles, pero el marcador no se movió en ningún momento, y eso que llegaron bastantes ocasiones, sobre todo a balón parado. En ninguna de ellas estarían acertados y casi vieron peligrar el empate debido a los contragolpes hondureños bien llevados por Suazo o en banda derecha por Álvarez.