lunes, 7 de marzo de 2011

Primer tiempo para olvidar y efectividad para ganar


El Burdeos consiguió una importante victoria a domicilio con el 1-3 que endosó al Brest. Todos los goles llegaron en un segundo tiempo que hizo olvidar la desastrosa primera parte que desarrollaron ambos equipos donde el fútbol no se dejó ver.
Durante la primera mitad el fútbol mostrado por ambos clubes fue nulo, y tan solo en los minutos iniciales dos errores de los guardametas llevó el peligro a las porterías de Brest y Burdeos, primero con un error de Carrasso, que a punto estuvo de introducir el balón en su portería y pocos minutos después con una falta lateral de Plasil que Elana no supo atrapar, Ben Khalfallah remató aunque el balón salió desviado.
De ahí al descanso se pudieron ver los problemas en la creación, que provocaban que el balón pasase gran parte del tiempo en posesión de la línea defensiva, sin encontrar en el centro del campo alguien con criterio que buscase una acción ofensiva. Esto ocurrió en los dos conjuntos, ya que los locales solo intentaron llegar al campo rival con la velocidad de Ayité y los de Tigana con alguna incorporación por el lateral izquierdo de Tremoulinas.
Tras el cambio de campo el Burdeos se mostró mucho más incisivo en ataque y pronto tendría la primera ocasión con una semichilena que Ciani no pudo conectar. Un par de minutos después llegaba el primer tanto del partido con un magistral libre directo que el brasileño Wendel colocaba en la escuadra tras superar la barrera.
Con el marcador en contra el Brest lo intentaría con sus muchas limitaciones y solo llegó a la portería de Carrasso a balón parado, además, pasada la hora de juego Modeste peinaba con la cabeza un balón largo que servía para que Plasil, como si de un nueve se tratase, evitase al defensa, al portero y marcase a puerta vacía para dejar el partido muy a favor de los visitantes.
No obstante el Brest seguiría con sus intentos mediante balones largos que no darían excesivos problemas a la pareja de centrales y a Carrasso, hasta que un balón que quedó muerto en el área lo remató Ferradj con un potente disparo. Faltaban cinco minutos para el final y el nerviosismo se instalaría en el equipo de Burdeos, algo que iba a solucionar el suplente Diabaté con el gol de la sentencia en el tiempo de descuento. Los de Tigana mostraron una gran efectividad de cara a puerta y obtuvieron la recompensa.

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