jueves, 16 de junio de 2011

Sin goles en el Centenario


Anoche se vivió el primer asalto entre Peñarol y Santos en el estadio Centenario de Montevideo. Un estadio repleto que se quedó con las ganas de ver un gol por parte local que permitiese una renta, aunque fuese mínima, para el partido de vuelta en Sao Paulo.
El mal estado del césped marcó todo el partido, y sobre todo los primeros minutos, cuando jugadores de ambos equipos resbalaban de forma contínua. Eso, unido a los férreos marcajes a los que se vieron sometidos las estrellas Martinuccio y Neymar, hizo que se viesen pocas acciones ofensivas en los primeros 45 minutos.
En esa primera parte destacaron los mediocentros brasileños, Danilo y Arouca, además del central Durval y de Alex Sandro, que llevó el peligro a la portería de Sosa con sus incorporaciones por la izquierda.
La ocasión más clara de la primera mitad la tendría Rodríguez, que mandó alto un claro remate delante de Rafael justo antes del descanso.
El que no apareció, en el bando local, fue la pareja de Martinucció. Mier apenas contactó con el balón y pasados diez minutos de la segunda mitad fue sustituido por Estoyanoff.
Desde ese momento el encuentro se abrió y los espacios hicieron que los atacantes contasen con ocasiones claras, como la que dispuso Ze Eduardo de cabeza o la de Martiniccio cuando recibió de espaldas cerca del área pequeña.
González fue el encargado de parar a Neymar, en ocasiones salió ventajoso y otras el brasileño vio como las ayudas defensivas hacían imposible el avance. Esas ayudas en banda dejaban más sueltos a Arouca y Danilo, que llegaron con peligro en varios momentos. Lo mismo sucedió con Alan Patrick cuando entró al campo.
Ya en la recta final, Peñarol intentó con más ahínco el gol, y casi lo encuentra cuando Alonso remató a placer en el segundo palo y llevó el balón hasta la red, sin embargo el linier lo anuló de forma acertada.
De esta forma todo queda para la semana que viene. Hay que recordar que los goles como visitante no cuentan con valor doble, por lo que del partido debe salir un vencedor, ya sea en los noventa minutos o desde los once metros.

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