Nadie podía imaginarse en el mes de
julio que Palmeiras, el equipo que se proclamaba campeón de la Copa
do Brasil en la final ante Coritiba, iba a descender a Serie B cuatro
meses después. Sin embargo, el esfuerzo que realizó el conjunto
entrenado por aquél entonces por Luis Felipe Scolari, fue la
principal razón que provocó un pésimo inicio liguero. No conoció
la victoria hasta la séptima jornada mientras que al mismo tiempo
superaba con autoridad sus eliminatorias en Copa. El título
que no lograba desde 1998 y la plaza en
la Copa Libertadores 2013 tampoco sirvió de impulso y la dinámica
del equipo fue la misma hasta que a finales de septiembre, ya con
Gilson Kleina en el banquillo tras la destitución de Scolari, el
Verdao logró por primera vez en liga dos victorias consecutivas, se
trataba ya de la jornada vigésimo sexta y la situación en la
clasificación, crítica. Desde ese instante se ha mantenido la
agonía, más por los malos resultados de otros equipos que por los
puntos que sumaron en las últimas jornadas, donde goles de Fred y
Vagner Love en los últimos minutos de sus respectivos encuentros,
terminaron de condenar al club que vio crecer jugadores como Roberto
Carlos y Rivaldo.
En los años anteriores Palmeiras se
había caracterizado por su férrea defensa, de hecho en la temporada
anterior se destacó como el segundo equipo menos goleado, sólo
superado en esta marca por su gran rival, Corinthians, que se llevó
el Brasileirao. A día de hoy, y sin grandes cambios en la plantilla,
el equipo ya ha encajado diez tantos más y su problema ofensivo, por
otra parte, se ha acrecentado. De no ser por Barcos, autor de 14
goles, el equipo habría descendido varias jornadas antes ya que el
siguiente goleador es Mazinho con cuatro tantos aunque el último de
ellos llegó en julio. El único arma que ha acompañado al delantero
argentino con cierta regularidad, es el poderío en las acciones a
balón parado con Assunçao como protagonista en el inicio de todas
ellas. No obstante el veterano mediocentro no ha podido mantener el
nivel de años atrás y tampoco sus acompañantes en la medular.
Hombres como Marcio Araujo o Correa no han dado la talla en una
posición determinante. Otro caso llamativo es el de Maikon Leite,
que en más de mil minutos de juego tan solo ha anotado un gol. El
-ex de Santos nunca ha destacado por su capacidad goleadora pero con
su habilidad y rapidez podría haber aprovechado mucho mejor los
espacios que proporciona la presencia de Barcos en el área. El
máximo goleador de la plantilla aún no sabe si continuará en el
club paulista y ya es pretendido por otros como Independiente.
El presidente Arnaldo Tirone deberá
intentar por todos los medios mantener el mayor número de jugadores
posible para un rápido ascenso y para dar la cara en el torneo más
importante de clubes del continente, la Libertadores, en la que
podría llegar sin problemas a las rondas finales aunque la
experiencia de estos últimos meses les dirá qué competición
priorizar, y el objetivo es único, volver a Serie A como ya hiciesen
Corinthians o Vasco da Gama en 2008 y 2009 para volver renovados y
con la capacidad de volver a ganar títulos.