lunes, 9 de diciembre de 2013

El campeón descendido

Hace un año Fluminense celebraba en las calles de Río de Janeiro el título del Brasileirao 2012, su segundo título en apenas 5 años, gracias a su sobriedad defensiva, talento en el centro del campo y capacidad goleadora. Sin embargo, muy pocos podían imaginar que a estas alturas el equipo ya habría descendido a la Serie B, ni siquiera sus rivales cariocas soñaban con una caída así del conjunto tricolor.
Es la primera vez que un campeón desciende a la temporada siguiente en Brasil y para ello deben aparecer varios factores que lo posibiliten. Estos son algunos de ellos:

  • Cuando el equipo se coronó campeón, muchos de sus jugadores rindieron por encima de sus posibilidades, uno de ellos fue Diego Cavalieri, infranqueable en la portería y quizá el jugador más decisivo junto a Fred. También otros no tan mediáticos como los laterales Bruno y Carlinhos que en los últimos meses han sufrido varias lesiones y suponían una excelente baza en ataque.
  • Traspasos de Thiago Neves y Wellington Nem. El mediapunta volvió a abandonar su club en cuanto que se le presentó la ocasión de un contrato cuantioso en Arabia Saudí, sin importarle sus logros deportivos. Por su parte, el joven extremo, con ganas de crecer, se marchó al Shakhtar Donetsk para cubrir las bajas de William o Mkhitaryan cuando ya recuperaba su mejor nivel después de un campeonato Carioca en el que apenas rindió.
  • Retirada de Deco. Tras la sanción de dopaje, la estrella campeona de Europa en dos ocasiones, no tardó en anunciar la retirada. Otro de los puntales de la plantilla campeona, clave con sus actuaciones a pesar de diversas molestias físicas, dejaba libre su puesto en el once sin recambio aparente. El joven canterano Eduardo brilló en la pasada Copinha, pero a pesar de los muchos juveniles que se han usado esta temporada, quizá demasiados en momentos delicados, éste no ha contado con demasiados minutos cuando el puesto parecía hecho a su medida.
  • Desgaste físico. Fluminense llegó a disputar a principio de temporada la semifinal de la Taça Guanabara (derrota 3-2 ante Vasco da Gama) y poco después la final de la Taça Río (perdió 1-0 con Botafogo). Mientras tanto, el equipo de Abel Braga ya avanzaba rondas en Copa Libertadores y en el mes de mayo el equipo rodaba a la perfección (aún Neves y Nem en el equipo) cuando remontaron a Emelec para avanzar a cuartos de final y ser considerado como uno de los favoritos al título. En esa ronda comenzó el desequilibrio con la derrota en Asunción ante Libertad, conjunto que supo aprovechar sus virtudes para dar la vuelta al gol inicial de Rhayner. Fueron muchos partidos, demasiados minutos en el inicio de campaña para jugadores que dieron el máximo para ser campeones.
  • Bajas inoportunas. En el inicio de liga, con la plantilla casi al completo, Fluminense sumó tres victorias en las primeras cuatro jornadas. La situación previa a la Copa Confederaciones no era mala. Después, se marcharon los jugadores antes mencionados, Fred regresó como campeón pero no en óptimas condiciones, el centro del campo quedó muy mermado con Jean desaparecido y la defensa, a pesar de contar aún con la línea de cuatro titular, no paraba de encajar goles hasta sumar cinco derrotas consecutivas que dejarían al equipo en la parte baja de la tabla para no abandonarla.
  • Lesión de Fred. Con la lesión del capitán a inicios del mes de septiembre la situación no hacía más que empeorar. No obstante, la destitución de Braga y la llegada de Luxemburgo supuso una reacción del equipo que encadenó ocho jornadas sin caer derrotado. Brillaron jugadores como Biro Biro y Sobis tomó el mando sobre el terreno juego. Aunque a largo plazo echaría de menos una referencia en ataque ante la falta de gol de jugadores que debieron aportar mucho más como Samuel o Rhayner. Junto a la racha positiva con el nuevo técnico, arrancó otra en la que el equipo no conocería la victoria en nueve jornadas consecutivas en las que apenas anotaron cinco goles. Especialmente dolorosa fue la derrota en Maracaná ante Vitoria a pesar de jugar en superioridad desde el minuto 16.
  • Llegada de Doríval Junior. El tercer técnico del año llegó ya en una situación desesperada, y aunque su balance se puede considerar positivo, el nerviosismo que vivió el equipo se pagó caro en partidos con rivales que ya no tenían objetivos marcados, como Santos o Atlético Mineiro, a los que no se pudo ganar. En la penúltima jornada, con el 2-1 a favor frente a los de Cuca y la afición volcada con el equipo, la defensa mostró una vez más su debilidad y Alecsandro hizo un gol en la recta final del encuentro que sentenció a Fluminense

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