martes, 3 de diciembre de 2013

El plan de Moyes no funciona

Lo más probable es que David Moyes no imaginase que a estas alturas de temporada el Manchester United marchase por detrás de su anterior equipo, el Everton que ahora dirige Roberto Martínez y con quién se verá las caras mañana mismo. Más aún cuando se hizo con los servicios a última hora de Marouane Fellaini, que quizá no era la pieza más necesaria pero al menos conocía su funcionamiento a la perfección. Sin embargo, el centrocampista belga va camino de ser el peor fichaje del año, sobre todo si se observa el precio del traspaso en relación a su rendimiento. Llegó directo a la titularidad y no aportó en una posición a medias entre la dirección de juego y la llegada a la portería rival. Ahora, ni siquiera las importantes bajas de Carrick o Van Persie le permiten contar con minutos. Es Cleverley el encargado del mediocentro y el japonés Kagawa quien juega por detrás de Rooney. Puede ser ésta la mejor decisión del técnico escocés desde su llegada junto a los muchos minutos que le ha proporcionado al joven Januzaj, atrevido extremo que aprovecha el bajo estado de forma de Nani y Young. Tan solo Valencia tiene el puesto asegurado en banda derecha ahora que el físico le acompaña.
Son muchos los problemas con los que cuenta el equipo a la hora hacer daño a un equipo replegado o de mantener un resultado, como se pudo ver en Cardiff con el empate de los galeses en el descuento. Todo ello pasa desapercibido con los 15 goles que acumulan entre Rooney y Van Persie, con goleadas como la vista en Leverkusen o con partidos en los que el equipo muestra su carácter competitivo para ganar al intratable Arsenal.
Como en los últimos años, Carrick por sí solo no puede organizar el juego de todo el equipo, cuando él no está y además enfrente espera un rival como el Tottenham, que busca mejorar desde la defensa, las ocasiones de gol sólo pueden llegar en acciones aisladas o a balón parado. Ahí, por el momento, la calidad individual florece a la espera de un modo más seguro que le permita seguir en la lucha por el título y soñar con superar la ronda de octavos de final en Liga de Campeones.

Sobre su próximo rival, el Everton, hay que observar la racha de seis partidos que acumula sin perder con una muestra de sobriedad defensiva, a excepción del alocado derby ante el Liverpool, y una intensidad clásica en el club 'Toffee' que le permite pasar por encima del rival en determinadas fases del encuentro y contar con ocasiones una tras otra para que Lukaku sea puntual a su cita con el gol casi en cada encuentro. En su último partido, ante el Stoke, no importó la baja del capitán Baines. Es más, Oviedo, su sustituto, fue quizá el jugador más destacado con su gol, asistencia y potentes incorporaciones que no frenó en ningún momento. Además, Deulofeu estrenó titularidad y una vez más ningún defensor le pudo detener. Marcó y contó con varias ocasiones más de peligro. La plantilla es amplia, el sábado empezaron desde el banquillo Jelavic, Mirallas o Barkley y eran baja otros futbolistas que suelen aportar minutos de calidad como Naismith o Koné, que aún no ha marcado esta temporada. Barry es el jugador perfecto en el mediocentro, Osman y Coleman aportan mucho trabajo pero también gol y ahí que el sueño de la Champions parezca más cercano que nunca.
Para que sea posible deberán superar una nueva prueba más de nivel con su visita a Old Trafford y el reto será aún mayor cuando cuatro días después se enfrenten al Arsenal en el Emirates.

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